Mujer Zurh: dícese la persona de género femenino que tiene la suficiente seguridad, entereza e iniciativa de hacer o pensar cosas por las que no se avergüenza y es capaz, sensata y consecuente de aceptar lo que ellas provocan.

Se trata de ese ser humano mujer al que tomamos como fuerte, con personalidad. Debe tener los objetivos definidos y un carisma especial por saber de donde vienen las cosas que obtenemos, así como saber donde irán dichas cosas después.

Su intensidad emocional suave complementa esa inteligencia al articular poemas que ella misma redacta en su mente, a veces, guardadas para su propio deleite.

Ese gusto por la vida que tanto le caracteriza, una forma entusiasta de despertarse ante los aspectos más artísticos y bellos de la vida, llenan su día a día de apasionantes descubrimientos y momentos que hacen huella y crean reflexión ante un muro blanco que llena de todas esas imágenes que recopila durante sus días de diario.

Si alguna vez le veis, no dudéis en charlar con ella, qué se yo, del paso de las nubes o de ese color caído por casualidad sobre una pared o, tal vez, a qué sabe ese té.

No se puede desperdiciar un momento, por simple que sea, sin pasarlo con esa mujer, ya que os arrepentiréis de no saber oler el viento, ver la luz o caer rendido de caminar, solo por descubrir que se encuentra más allá.

Personas tan apasionantes, solo necesitan el complemento de un vestido al que pasear, tan sencillo y cómodo de necesidad que, lo llevará casi sin darse cuenta de lo vivido que está.

No olvidéis preguntar de dónde procede, pues en su origen está ese calor que emanará, en esos paseos a los que acompañaras tan solo por disfrutar el mundo una vez más.